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La hermosa localidad de Bad Ischl quizá sea el sitio perfecto para un viaje de bodas. Porque más allá de su paisaje este lugar encierra una de las historias de amor más famosas del mundo: la fuerte relación entre el emperador Francisco José de Austria y la reina Sissí, la más famosa de las emperatrices austriacas quien se transformó en la favorita del pueblo por su singular personalidad que desafiaba a las normas de entonces.
La historia comenzó cuando quien por entonces era la Duquesa de Baviera, de tan sólo 15 años, acompañó a su madre y a su hermana mayor a la ciudad de Bad Ischl. La idea era la de presentar al emperador a su hermana pero el destino quiso que Francisco José quedara encantado con la belleza de Sissi y así fue como el amor se encargó de cambiar el rumbo.
Los jóvenes enamorados se encontraban en esta ciudad sobre todo a partir del momento en el que la madre del emperador les regaló la Villa Imperial de Bad Ischl, en el parque Kaieservilla. Desde entonces la pareja se dio cita en este lugar hasta que finalmente se instaló en Nussdorf, cerca de Viena.
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Si la historia os ha tentado, a esta romántica atmósfera hay que agregarle las saludables aguas termales con las que cuenta Bad Ischl. Ubicada a sólo 60 km de Salzburgo, este sitio dispone de numerosos baños medicinales así como de un gran número de atracciones históricas, la Villa Imperial entre ellas.
También es un lugar ideal para realizar caminatas pues el paisaje alpino es inmejorable. Y si estáis con tiempo podéis pasar por la pastelería Zauner, un clásico de la ciudad, para degustar algunos de los típicos postres de Austria como la Tarta Sacher.
